martes, 17 de junio de 2008

Flashback

Llamémoslo flashback, viaje al pasado... El título es lo de menos. Es un poema escrito por una Debbie joven, anterior a la etapa pavi-sosa de las rimas cursimoñas que escribí en entradas anteriores. No es una canción de amor; son los sentimientos de una chiquilla en unas circunstancias complicadas que se le antojaron extrañas y así lo quiso plasmar. Deseo que lo disfruten o, al menos, que no traten de adivinar una escena, sino que hagan la interpretación libre de lo que pase por sus mentes.

Un puñal al corazón
y un disparo a la cabeza
igualan con certeza
semejante discusión.

Y un ardor en mi interior
va quemando cuando alcanza;
no hay en el mundo venganza
que aspire a liberación.

Y quiero gritar; no puedo.
Puedo huír, pero no quiero,
pues aún hay en mí miedo.

Un miedo por el que muero,
de una muerte que no tengo
y que, aunque no quiera, espero.

lunes, 16 de junio de 2008

Soledad

¿A qué llamamos "soledad"? Un estado de carencia de compañía, de apoyo, de refuerzo, de ánimo... ¿Situación de estar materialmente alejado de otras formas de vida? Y, ¿no se puede estar solo y, al mismo tiempo, rodeado de gente?

Sí, por supuesto que sí, y no creo que nadie haga por debatirme este aspecto... ¿Cómo saber quién está realmente, y quién es una mera ilusión, una imagen transitoria que se escapará por la vía más fácil? ¿Cómo saber cuándo una sonrisa es sincera? ¿Cuándo lo es un abrazo, una caricia, un guiño...? Miras a tu alrededor y te ves inmerso en un mar de ¿personas?, tal vez ni siquiera eso... Pequeños y discretos tiburones esperando a que tropieces para pegar el mordisco a tu asqueroso trasero... Y luego: "¡Ahí va! Fue sin querer". ¡Gilip-cof cof cof! Cientos de brazos tendidos hacia ti te ofrecen apoyo y ayuda... Cientos de brazos tendidos al vacío sin saber lo que significa el compromiso, pensando que toda la vida es un juego y si matas al malo, aparecerá de nuevo tres pantallas más adelante. Desconocedores de las consecuencias de los propios actos, juegan con la vida de los demás como un niño moldeando plastilina...

¿Y ahora qué? ¿Eso te hace feliz? Feliz me haría poder gritar a los cuatro vientos que soy libre, y que paso del puto culo de la gente de mentira. Feliz me haría no tener que morderme la lengua cada vez que abro la boca, para no "meter la pata". ¡¿METER LA PATA?! ¿Qué es eso? Meter la pata es decir las cosas tal y como las piensas y sientes. Meter la pata es decir algo inoportuno en el momento menos adecuado... Meter la pata es perder la espontaneidad y la sinceridad, virtudes tan valoradas en criaturas inocentes que aún no han pisado la pubertad.

Pequeñas criaturas incorruptas, más cercanas al estado animal que al humano. Estado animal, instintos... Procreación, supervivencia... Qué mal suenan estas palabras, a oídos del inepto que no ve más allá de cuatro normas éticas y sociales. El ser humano es incapaz de comer por necesidad: lo hace por hábito; no sabe lo que es tener sexo para procrear: lo hace por placer; no se relaciona con la manada para suponer un cobijo más seguro para sus crías y hembras: lo hacen por el reconocimiento social y la satisfacción de tener "cuanto más, mejor". Sí, sí, cuantos más tiburones acechen tu ano, más feliz y completo te sientes... ¿Y después qué? Después nada...

Polvo, cenizas, humo, aire... Aire reprimido, silencio ahogado... Murmullo lejano que cada noche grita por ser escuchado...

Bien petados por detrás

Sí, sí, sí. Señores. Así es, y así os lo cuento... ¿Cómo se puede putear tanto con un examen? Inventándose las preguntas, por supuesto. Y con toda nuestra dignidad, nosotros nos inventamos las respuestas...

Pero bueno... Después de dos meses esperando el desastroso final no es de extrañar. En realidad esta entrada es sólo para celebrar que ya ha pasado lo peor. Y ver cómo se dan los dos exámenes que quedan. Ciencias psicosociales aplicadas el viernes. Ése no me preocupa, después de meterme medio temario de fisio general en 4 días... Y bases técnicas de la práctica clínica el martes de la semana que viene. Es un poema. Seremos de los pocos españoles que ya no es que nos dé igual... Es que queremos, deseamos, NECESITAMOS que la selección esté de vuelta para entonces. Pero no parece que estén por la labor, así que más les vale por lo menos quedar bien colocados.

Y bueno, con esto ya celebrar que no queda nada para las vacaciones. Espero dedicarle más tiempo a escribir y menos a tuentiar y patatear. Y con su permiso aquí dejo esto, que tengo que ir a la ducha a quitarme este potingue de la cabeza. Saludos, y espero que hasta dentro de no mucho.