lunes, 28 de abril de 2008

Electroestimulación y Raro Sitio

Como de costumbre, he vuelto a abandonar mi pequeño rincón de desvariadas. He tardado, pues la foto del raro sitio se hacía de rogar, pero al final podré compartir con vosotros mi experiencia del primer día en el hospital de prácticas...

Como cualquier viernes, fue un día que comenzó a las 5 de la mañana, con la alarma del móvil que me avisaba de que era hora de levantarse, y así lo hice pasados unos minutos. Desayuno, ducha, pijama... Todo listo, tiramos hacia clase. La verdad es que los viernes, aunque entremos a las 8 de la mañana, da gusto. Clase con Javier Güeita, un hombre al que realmente merece la pena conocer a lo largo de tu vida. Explica cuatro conceptos básicos sobre electroestimulación, nos saca los cacharros de electroterapia y a practicar... Son cuatro horas que se pasan rápido, de buen rollo, sacando fotos y metiéndose corrientes estimulantes para el cuerpo... Sí, la verdad es que duelen, pero de las fuertes contracciones que generan, jeje. El descanso, como siempre, dura lo que nos apetece, según tarden más o menos en atendernos en la cafetería... Aunque un viernes a unas horas tan tempranas cuando no va ni el Tato a clase en mi facultad, suele haber bastante poco ambiente...

Después de clase, al aula de estudio en grupo a viciarme al Tekken mientras esta panda hace su trabajo de psicosociales y la rubia me abandona pa irse con su churri... Pero no se está tan mal.. Lástima que el cielo se fuera nublando poco a poco, desvaneciendo mis ansiadas ganas de tomar el solecito como buena universitaria que pasa media vida en "el prao".

13:30.- Un rato al sol, a quemarse y coger colorcito... Sí, colorcito rojo... Parece ser que sólo me incidieron rayos UVB y me produjeron hiperemia, porque los UVA ni los noto ya... Llega la rubia, comemos... Hamburguesa especial, con huevo y patatas, una hora antes de la llegada al hospital... Y, como de costumbre, nunca falta un comentario de alguien diciendo: "Joder, puto Juancar"... Si es que... ¿A quién se le ocurre meterse un cubata de larios con cocacola de un trago como si fuera agua justo antes de ir al hospital, con su excusa de: "Así me despierto"? ¡Sólo podía ser él!

Una vez en el hospital Fundación de Alcorcón y sin la llave del vestuario, tras esperar largo y tendido, llegamos al "Raro sitio". Un baño asistido (al que algún gracioso rascó las letras, pero queda chulo, nos da un toque personal) deshabilitado para los estudiantes de fisioterapia y terapia ocupacional para que nos apiñemos entre la mierda para cambiarnos todos juntos en armonía y felicidad... Y sesión de fotos. Y es que no te puedes juntar con un grupo de compañeros vestidos de hospital sin hacer las fotos oportunas... Y tiempo hubo, hasta que subieron los de seguridad con toda su larga pachorra a cerrarnos la puerta para poder bajar a encontrarnos con los fisios de turno...

La fisio que me tocó, la verdad, es genial... Es muy simpática y se aprende bastante... Los pacientes..., cada uno es un mundo la verdad. Al llegar yo estaba Isa con Urbano, un hombre cuya historia clínica me heló un poco la sangre..., aunque la tarde no había hecho más que empezar.

Con Virtudes la sesión tomó otros aires... Había confianzas, ganas de seguir adelante, de luchar... Teniendo en cuenta que todo el mundo pasa sus momentos de bajón, es bueno transmitir una ligera esperanza a quien realmente le puede hacer falta. Y es que una operación de prótesis de rodilla hecha de una forma tan chapucera da ganas de llorar a cualquiera... Pero ahí estaba esta mujer, siguiendo adelante, aunque quizás sólo gracias a que Isa se peleaba con ella para conseguirlo...

Luego nos tocó subir a planta. De camino a la habitación del siguiente paciente, revisamos la historia clínica y la prescripción médica... Parece mentira que haya tantos fumadores que viven sin miedo y de repente puedas ver cosas así y quedarte como si nada pasara en el mundo. Y es que una laringoctomía no es moco de pavo... Pero eso fue hace 40 años, y los problemas de este hombre se habían multiplicado... La fisioterapia este día sólo le tenía que enseñar la respiración abdominal, para aprovechar más su capacidad respiratoria, y una buena espectoración para eliminar bien las mucosidades de las vías respiratorias.

Luego bajamos a la UCI... la verdad, que a unas estudiantes de fisioterapia en primer año, con 18 añitos, llevarlas a ver aquello el primer día en un hospital... fue impactante, la verdad. Tubos y monitores por todas partes... Movilizaciones y más movilizaciones; lo importante es que José no pierda los grados de movilidad articular de sus extremidades...

Luego ya descanso, a la cafetería a reponer azúcar... De vuelta, nos enseñó Isa unas radiografías y un escáner de Urbano... Lo típico, enseñarnos a reconocer cuando hay algo que nos llama la atención, aunque sea por tener una idea general... Y luego finalmente un paciente realizando unos ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps... La tarde después del descanso fue tranquila...

A la salida, mensaje de Facun.. Me esperaba en el parque de al lado del hospital, así que genial no tener que ir hasta la estación con el matancio que tenía encima... jejeje Y con todas las rayadas y el perro que se escapó y no volvía y el niño acabó volviéndose loco, son cosas que una prefiere conservar para sí.

Y en estas se terminó un día tan largo e intenso.. Espero que no os hayáis aburrido en la tercera línea, pero la verdad que la finalidad de esta parrafada era que este día quedara para la posteridad en algún recuerdo accesible... Espero haberlo conseguido y cuando vuelva a leerlo dentro de un tiempo recordarlo como si hubiera sido ayer.

\\Debbie//

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, para ser el primer día de prácticas te hicieron currar bastante. Lo de la UCI tuvo que ser toda una experiencia. Y nada, pues eso, que cuando seas una de las fisios más importantes de España, leerás este artículo de tu blog con mucho cariño y morriña. Suerte!!!